De pie mirando por la ventana del living que da a la plaza enfrente de la casa, observo la gente pasar e imagino cada vida, cada historia...

Aveces si es un anciano o anciana el que veo, imagino cómo fué la niñez y adolescencia de ellos, cómo con el paso de los años su caminar se ha vuelto lento, inseguro, tanto que en algunos casos es necesario apoyarse en un bastón o aún más, depender del brazo de otro.

Si son niños, imagino cómo será su adolescencia y su ancianidad, que historias les esperan en medio de este mundo que a pasos gigantes avanza y de manera intespestuosa envuelve - aveces - las vidas de niños y jóvenes en torbellinos que causan dolor a sus familias, su entorno sin lograr un equilibrio con todo causándoles - aveces - cortas o largas estadías en la cárcel y/o la muerte.

Éso me duele y cada vez que viene a mi mente esa realidad de muchos, transformo mis pensamientos en verdaderas historias positivas y llenas de alegría para ellos.

Pero cuando más me embeleso es al ver parejas de lolos y lolas que, con uniforme escolar se reúnen en la plaza y cual Romeo y Julieta viven momentos de ternura y conversación. Algunos tímidamente se miran, juegan y es notorio ver que son parejas que viven aún la infancia, el respeto; Éstos son los menos, pero es bello ver que aún quedan los que parecen de cuentos o novelas de treinta o cuarenta años atrás.

En medio de todo irrumpen los "otros", aquellos que sin importar quien les rodean ni la hora del día, dan rienda suelta - literalmente - a sus pasiones, tendidos en el prado, en los asientos de la plaza o en plena esquina, besos, caricias...

Y ya es desagradable mirar por la ventana y es peor si me doy cuenta que a uno o los dos que dan libertad a su amor les conozco. Sé que el amor es lo más bello en el ser humano (y no humano), que hay diversas formas de demostrarlo, y lamento quedarme en el pasado en donde todo era más íntimo, más tierno y viene a mi mente el bolero de Manzanero :"Somos novios" ¡Qué antigüa! (y no lo soy, sólo inmensamente romántica).

Y lo que más lamento es que al tiempo después, que aveces no es tan distante, una cantidad de estos últimos grupos los veo pasar con su mochila en la espalda, un bolso infantil en un brazo y en el otro un hermoso bebé (porque eso sí, siempre un bebé va a ser hermoso); Y en varios de ellos ya no está la pareja, difícilmente continúan juntos. Es que no estoy preparado(a), es que dejaste de gustarme, es que tú sabes... la pasamos bién pero era el momento, ¡te dije que te cuidaras!, ¿estás segura que es mío?.

Y así, se hilan una y otra historia que al final esas nuevas criaturas comienzan su vida completamente inestables; Aunque valoro el amor y cuidado de abuelos y abuelas que casi sin resongar - porque ahora que nació el nieto(a) les gusta llevar el gran babero - se hacen "cargo" de las "circunstancias".

Aunque en medio de todo están también aquellos jóvenes y jovencitas que sin pensarlo más allá toman por completo las riendas de sus nuevas vidas y asumen la paternidad y maternidad.

Me saco el sombrero con ellos y ellas. Les he visto correr llevando a su hijo(a) a la sala cuna, porque ahora los liceos tienen sala cuna que va en ayuda de estos adolescentes entregando cuidados especiales a cada bebé y así permitir que sus padres terminen sus estudios.

Se forman lazos de amor y unidad entre las familias y los abuelos y abuelas son éso, abuelas y abuelos que se deleitan jugando y "malcriando" a sus nietos(as) porque para educarlos y corregirlos están los padres...

Y así pasan los días y enfrente a la casa continúan creandose historias, vidas, amores que, a la larga terminan algunas criando historias, formando vidas y fortaleciendo amores. ¡Que viva el amor! Pero con humildad pido o deseo sea responsablemente.