Inicio / Cuenteros Locales / ailes_va / 56
Pedro Vásquez.
En la casa los niños se marchan a bañarse en la lluvia.
Se acomoda en el asiento, Pedro toca y besa el cuello de la muerte,
sus ojos son una pared en blanco. Ojalá se cague de miedo.
Diestra: palma hacia arriba, índice en variopunta llaga del cielo, dedo tres en el sexo de alguna pupila.
Siniestra: tercera posición, dedo uno en el labio de la esposa muerta. Su matrimonio es dueto a piano y silencio.
Fa menor, el corazón en ofensiva. Le sabe a sangre el ruido de sus párpados.
En la casa suena un concierto disfuncional. Se suman los errores al dueto.
Ejecuta en el cráneo del hijo bastardo, mi padre se retuerce, los hermanos se desentienden.
Israel Vázquez nunca sabrá comportarse, guarda el corazón de su papá en la sala, bien jodido, atezorando polvo su desprecio.
Israel vagará por el mundo, tendrá el pelo largo, será depresivo y marginal.
En esto nada tiene que ver su padre.
Alejandro Vazquez siente una relación íntima con estos dos fantasmas,
tiene una bolita de papel entre las manos y la arroja sin ganas de atinar a nadie.
Pedro está muerto, Israel está loco, Alejandro va por buen camino.
|
Texto agregado el 16-01-2012, y leído por 103
visitantes. (2 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
16-01-2012 |
|
rayando lo cabal, la linea hacia la locura es delgada casiopea_lamborghini |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|