nos tiramos en el piso y el cielo estaba lleno de palabras
había constelaciones y las nubes eran signos zodiacales y cuerpos entretejidos
apareció frente a nosotros un poema
nuestra voz se desvió y se deshizo hacia un coral de ciclos y cristales

el poema nos dijo “vuela conmigo
mi vuelo es ligero y venenoso”
volamos y el universo fue voces viaje vibra voces viaje voces vibra vidrio voces velocidad vapor y voces
hablábamos dormidos y nos despertaron nuestros gritos:
viste mi cervical de nuevo
devora mi aliento y ven
viste mi mirada de voces
vístenos de venas porque vasto es el cielo y la tierra y veloces las piedras
son vastas en su complejidad silente
ven
vamos a instalarnos en el vórtice del viaje vacilante


un vuelo de violetas vindicantes quiso prevenirnos
pero seguimos hablándole a las paredes y las plantas:
no hay tierra ni espacio
ven
somos cuarzos en un crisol de flores y constelaciones


nos hundimos en un bosque de trenzas
y desde dentro de tu sueño comenzamos a hablarte:

ven a las vegetaciones vaporosas
vuela conmigo vivaqueando en voces de verde alfombra voladora
voces vaho voces aliento vibra vidrio voces venas reventadas

dijimos:
ven
vuelo vespertino sobre el vaivén del voltaje de mis vértebras
vuela conmigo hacia la voz del vacío
vive conmigo en el vaho de una galaxia
naciendo con vocales convexas y voces vivas

hay estaciones de mí sobre la “v” de vértigo
hay estaciones de mí
de vida de viento de volátil
en la “v” de travesía del ojo por un valle anochecido

entonces dijimos:
vulva vocación de volcanes
en nuestros ojos hay voz y vida y alas llenas de relámpagos danzantes
ven
vamos de viaje a las revueltas del vacío!