Baltazar, te apretamos a las caries de nuestro amor

y te entregamos un zarape de nuestras estrellas bocabajo

pacimos brazaletes de tu esqueleto iluminado / en absoluta abnegación a tu yóespiritual

pacientemente mudo, perfectamente idiota, incansablemente tuyo

nos cubrimos con una cobija de moretones que tomamos en prenda sin lujo de catarsis

aspirando a la carroña de la impostura – el arte con un ahora sin música y sin magia de luces

como si para vivir hiciera falta más fiesta taurina

como si el mundo fuera un fantasma lleno de botellas fantasmas en la mesa fantasma del fantasma del espejo

anillas jurásicas/aún abiertas y una salina herencia ya'aqui

y no dejamos de montar las papeletas sin púrpura del azogue taciturno de nuestras imperfecciones / high energy y zarpazos

la sangre en subjuntivo y para siempre encabronadamente tuyo

un tercer ojo en llamas como una llamarada redonda en la garganta

dijimos / ven ven ya animalito de oro / quiero enseñarte las cicatrices que subyacen

sin importarnos las cuentas regresivas de los aquísiemprevivos de nuestra sexualidad

y un despotricar organizado contra nuestra presencia de accidente creyendo que nunca terminaba

sin saber que todo lo filtramos desde el mestizaje hacia este otro del que tú eras parte

nos dejamos degradar hasta el siempre casi yuxtapuesto donde fileteamos la causalidad

desde nuestras moscas hidropónicas y nuestros corridos más punzocortantes

logramos cuajar un silencio.motín ecuestre, claroscuros

y presenciamos la larga sombra de nuestros acuarios

no hubo nada más puntual que el primer trago de noche que robamos a tu vestido de calle

después de una larga jornada de misteriosos absurdos donde mujimos y graznamos los abismos becerreando

el palpitante quiensabe de un acaso desdentado de sus yos de mayo

y por si no fuera mucho te tragamos alejandreándonos secretamente del simismo y sus primitivismos

te arrastramos a la cueva mugrosa de nuestra íntima papiroflexia

y bailamos con el machete florido de los eclecticismos que habito enracimados

Con un galope de quizaletras encumbradas se nos pudrieron las horas

todos los días parecían deslizarse en la muerte con una sombra más pesada

descalabramos las proposiciones

crudo del vámonos donde el aliento nos fue emigrando y lamiendo las cortezas de la imagen mera

pero fue imposible descalcificar las carreteras mudas de nuestra posguerra

y le enjutamos al otro los ijares de trapo y de muñecas de trapo

toda la sal del mar en un pezón desfigurado

imanes de perplejos sinembargos

para darle un adiós de tambora ::: un hastaquí de tango

y pensarte diario como una fotografía cimbrada en el acaso fantasma de un ataque de epilepsia

pero zumbaste aún

y no nos atrevimos nunca a estrellar la sangre seriamente

ni llegado el momento de confrontar los hechos.