Esta es la incógnita
para la que aún
no encuentro respuesta,
han pasado más de cuatro años
desde que te conocí
y aún sigo llevando tu recuerdo.

Me pongo a pensar
en todo lo que ha sido el año que terminó,
al despedirme de ti y no volver
a establecer comunicación contigo
hasta que por ciertas razones
entré en coraje.

Y aun que tenía mis razones
para sentir todo ese coraje
me puse a pensar que
como siempre, una vez más,
me excedí en mis palabras,
sé que te molestó esa actitud
y por eso te enfadaste también.

Quisiera decirte exactamente
cuáles fueron mis razones,
y que pudieras entenderme
pero a estas alturas
no creo que valga la pena.

Mi reflexión es que
sigo sin entender
y lleno de falsas esperanzas,
y estoy consciente de la realidad
pero perdí la capacidad
de distinguir entre ésta y la fantasía.

Las cosas no son como antes
pero aún sigo lamentando
no haber sido la persona
que tu esperabas, sin embargo
debo aceptarme como soy
y comprender tu forma de ser.

No puedo pedir nada
y aunque quisiera verte tan solo
una vez más, creo que es mejor
seguir con nuestros caminos separados,
y seguir desconociendo sobre tu vida
en estos últimos tiempos.

Finalmente solo me queda desear
lo mejor para ti en este año que comienza,
al final, creo que el tiempo es un ciclo
así como también el espacio,
pero la vida de cada ser humano
es una recta cual su destino se labra
con sus propias acciones.