Solo me di cuenta de su hermosura cuando la luna desde el frente de la Bahía, con su luz blanquecina, iluminó los pezones de la morena cuyo turno de enamorar tocaba. Fue entonces que la amé con el alma hasta que, recostados en la arena, las palabras bailando con las olas esfumaron el encanto.
Texto agregado el 12-01-2012, y leído por 224
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Lectores Opinan
26-11-2013
la belleza está en los ojos de que mira... natanarby