DADIVAS. (MICRO CUENTO).


Su paso de bailarin de rap desperto al mendigo que estiro su mano solicitando una davida. El mozalbete no detuvo su andar, saco una moneda y lanzandola al aire siguio su camino. Parose con dificultad el viejo a recogerla; el caminante divertido lanzo otra moneda, el pordiosero volvio a agacharse.
Siguio tirando monedas. Caminaba de espaldas a la senda para regocijarse de los esfuerzos del abuelo. A medio andar saco su billetera, olio un rojo billete y guinandole un ojo tambien lo lanzo.


Su pie perdio equilibrio en una grieta de la vereda. El pordiosero salto a socorrerlo y ambos desparecieron tragados por el agujero.