Estás esperando que diga algo, lo sé.
Y también quiero hablarte, pero ese nudo que se me sube a la garganta me lo impide.
Quisiera contarte lo que pienso del amor, de vos, de todo.
Confesarte que hasta hace unos minutos estaba pensando en alguien más y que quizá estoy a tu lado por mera coincidencia.
Absurdo sería decir todo aquello porque en este momento todo es un gran caos y lo que creía sentir ya no lo siento y lo que pensaba no lo pienso.
Sube la marea de las confusiones que me turba la mente y me quita las palabras.
Extrañamente mil sensaciones me recorren y me tortura el pensar que no sabré qué hacer con todo aquello.
Y nos anulamos mutuamente, mi conciencia y yo.
Y me resbalo de mi atasco y me sumo a la locura. Me entrego a lo indefinido y paradójicamente concreto.
Sumergida en tu boca y derretida por tus caricias, tan sólo veo tus ojos.