Roces sugerentes y miradas inquietantes
todo parecía perfecto ante la imperfección de aquella noche
brazos ajenos que como alas envolventes no hacen más que dar vida
a aquellos ojos tristes, a aquellas lágrimas que no hacían mas que reflejar soledad.
Los ruidos se confundían en una cortina de lluvia
y todos se hacían nadie tras aquellos besos
Unos labios que no dejaban de besarse sin saber porque
eran el elixir de un edén espontáneo y fugaz
Entregados a la pasión de aquella noche confusa
se encontraban fundiéndose en un mar de saliva,
aquel dulce veneno para la conciencia.
Y los cuerpos extasiados se acercaban cada vez más
Y las manos ya no sabían más que recorrido inventar
Y las palabras... las palabras carecían de sentido.
La voz se inhibía ante el bullicio interno
No encontraba descripción para aquel momento
No podía más que seguir en silencio
Tras aquellos ojos que se devoraban y tentaban a sus bocas.
Quizá eso era el amor,
Quizá eso era quererse,
Quizá por eso no puedo dejar de besarte.
Texto agregado el 26-07-2004, y leído por 157
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
03-08-2004
muy bueno negra!!!!!
me gusta, va tomando formas diferentes!!! el_intimista
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