S I R E N A


Nací en Bolivia, un día de eclipse solar. Mi padre fue Björk Nielssen, agregado cultural de la embajada sueca, quien una noche de carnaval, en medio de la diablada, conoció a mi madre, María Isque. Esa misma noche me hicieron.
Nueve meses después aparecí en Cochabamba. Mi padre había regresado a Estocolmo, pero no se olvidó de mí, me regaló su apellido y, de vez en cuando, enviaba marcos alemanes para mi manutención.
Años después, mi pobre madre y yo, nos mudamos a La Paz. Allí asistí a la escuela hasta llegar a la adolescencia. Una horrible noche de invierno murió doña María.
Don Nielssen era un rubio responsable, decidió hacerse cargo de mí. Un mes después de haber quedado sola en América, me envió el dinero con el que viajé a Suecia.
Mi cabeza se llenó de quechua, español y sueco. A raíz de esta mezcolanza étnica y lingüística, se desató una tormenta en mi mente. El vendaval me llevó hasta la escritora que todavía soy. Mi primer libro se llamó “ Explosión incaica”
Tiempo después, mi padre fue trasladado a Buenos Aires. Allí viví mis años más felices. Durante un tiempo fui hippie; cantaba y componía canciones surrealistas con un toque de tristeza revolucionaria.
El sueco falleció en Argentina dejándome una pequeña fortuna. La hippie quedó atrás y me dediqué por entero a la literatura. Como no tenía necesidad de trabajar, me sobraba tiempo. Toda mi alma la puse, entonces, en las letras. Me fui encerrando en mi apartamento y en mí misma. De vez en cuando me visitaban algunas amigas con las que bebíamos mucho vino.
Buenos Aires y el mundo fueron cambiando. Yo escribía y me aburría, comía y escribía, me aburría y comía. Gané muchos premios con mis novelas “ Bolivian fashion “ y “ Dos charcos y un océano “
Me hice gorda. Ningún hombre me amaba. Me hice más gorda, y obviamente, tampoco ningún hombre me amó. Al final, de tan gorda y aburrida, decidí suicidarme.
Hace un mes partí en mi yate. Cuando ya no veía la costa, me arrojé al mar y morí… ¿Morí?
Ahora estoy escribiendo la historia de mi vida desde esta fosa oceánica. Su título : “ Sirena “
¡Ah, me olvidaba! : Después de muerta, adelgacé un poco, me convertí en una de esas criaturas marinas.
¿Mi nombre? ¡Qué importa eso ahora! Sólo diré que fui la hija de Björk Nielssen y María Isque.