- No me quiero subrogar el derecho a la verdad, pero en el subconsciente humano subsisten memorias de subgénero onírico que vienen desde la niñez y que subordinan nuestra vida – afirmó el conferencista en el anfiteatro del subsuelo del hotel ubicado en los suburbios de la ciudad – Les propongo, como subproducto de esta conferencia, que examinen por unos segundos sus recuerdos de juventud.
El silencio súbito se apoderó de la sala solamente interrumpido por el paso lejano de un avión subsónico.
- Un Submarino - pensó el subteniente de la subprefectura sentado en segunda fila, frotándose con dolor la rodilla producto de una vieja herida con un subfusil cuando era suboficial.
- Viajar en subte – recordó con una sonrisa un empleado subocupado dos filas atrás que de joven había boxeado y llegó a ser subcampeón en su peso.
Una inyección subcutánea vino a la mente del veterinario del fondo del salón, mientras un ligero dolor de pecho lo obligaba a tomar su pastilla sublingual.
- Un subsidio – pensó subjetivamente el político con cara de subnormal sentado en primera fila, mientras sonreía sin culpa recordando que era la cuarta vez en la semana que faltaba a la subcomisión de subvenciones del Senado.
El filántropo sentado a la izquierda solo pensaba con tristeza en las condiciones subhumanas de los seres subalimentados que imperan en el submundo subdesarrollado de los países subsaharianos y algunos otros países pobres ubicados en los subtrópicos.
El empleado de la compañía eléctrica recordaba que todavía no había reparado la subestación, y que el barrio todavía estaba sin luz.
- Que esperen- dijo - Esto esta interesante, y al fin y al cabo, yo solo estoy subcontratado.
El físico pensaba en partículas subatómicas, el jefe de personal, con la misma visión pensaba en sus subalternos.
Detrás de el lo observaba ceñudo el subdelegado gremial soñando con llegar a subsecretario del sindicato.
El informático, soñaba en subredes de datos, el productor de cine en su última película subtitulada, si no triunfaba, sus propiedades irían a subasta.
El matemático en subconjuntos numéricos de algún suborden, en múltiplos y submúltiplos y en formulas llenas de números y letras con subíndices.
Un niño distraído recordaba a Subzero su superhéroe en su última misión subacuatica.
El abogado revisaba un contrato de subarrendamiento sin prestar atención a nadie, olímpicamente terminó de leer una hoja y pasó a la hoja subsiguiente.
Un subdirector de una importante empresa repasaba abstraído su plan para subdividir subrepticiamente un departamento de producción.
Nadie dudaba que si hubiera estado presente la Presidente de la nación estaría pensando con malicia en sus pobres súbditos.
El silencio fue interrumpido por el conferencista.
- No subestimen el poder de la mente – subrayó enfáticamente. Subsidiariamente permítanme afirmar que ninguna especie animal salvo la subespecie humana, es capaz de escarbar en el substrato del pasado de nuestra mente para entender sus acciones presentes y así subsanar nuestras tendencias negativas.
- No es necesario que subscriban a esta idea incondicionalmente, solo les ruego que piensen que no es otro subterfugio más de un conferencista subversivo ávido de aceptación. Esto hay que hacerlo antes de que sea demasiado tarde – finalizó haciendo alarde de un correcto uso del subjuntivo.
- ¡Sublime!, ¡Subyugante! Exclamaron todos prorrumpiendo en aplausos.
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