Y un buen día dijo “basta”.
En medio de un cierre de balance en la oficina, tomó sus pertenencias y ante la mirada atónita de sus compañeros y su jefe se levantó y se dirigió al ascensor. Su jefe le dijo:
- Rodríguez, ¿a donde cree que va?
- Afuera
- ¿Cómo?, ¿Que tiene que hacer?
- Por ahora nada
El jefe lo miró extrañado y cambiando el sentido de la conversación le recordó sus obligaciones.
- Tiene que terminarme las cuentas de activos antes de irse.
- No, no tengo.
- Que le pasa, ¿se ha vuelto loco?
- No, no creo
- ¡No puede irse ahora!
- Si puedo
- ¡Rodríguez!, ¡Esta!...¡Esta despedido!
- OK.
Se subió al ascensor y salió a la calle. Sintió una fuerte sensación de poder. Estaba bien encaminado. La corbata fue a parar al primer cesto de basura junto con su reloj pulsera. Unos minutos después sonó el móvil. Instintivamente leyó el origen de la llamada, era su novia.
- Hola amor
- Hola cielo, ¿que haces?
- Camino
- ¿Donde estas?
- En la plaza San Martín
- ¿No deberías estar en el trabajo?
- No, no quiero trabajar más. Me fui del trabajo.
El silencio se mide en segundos.
- ¿Renunciaste?
- No, simplemente me fui
- ¿Estás bien?
- Si, Muy bien
Su novia suspira preocupada y le pregunta.
- ¿Nos podemos ver?
- Si
- ¿Me esperas en la plaza?
- Bueno
- Hasta luego, nos vemos en unos minutos.
- Adiós.
Estuvo unos minutos contemplando el celular como si nunca lo hubiera visto, luego sin pensarlo mas lo dejó sobre un banco y se sentó en otro banco cercano.
Divertido vio como una mujer que transitaba por ahí lo descubría y luego, disimuladamente se sentaba prácticamente encima del aparato. Pretendiendo alisarse la falda lo tomaba y lo guardaba en su cartera.
Las palomas sobrevuelan la plaza, cada tanto se asientan y caminan picoteando el piso, no trabajan, no cumplen horario, no tienen dinero, hacen lo que quieren.
Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?(1)
El tiempo pasa y el joven se entretiene observando a la gente que corre presurosa de una tarea a otra. Su novia llega apurada, su rostro esta marcado por un gesto de preocupación.
- Cielo ¿que te ocurre?
- Nada
- ¿Porque has abandonado el trabajo?
- Porque quería hacerlo.
- Mi amor, ¿de que vas a vivir?
- No lo se, ya lo pensaré.
- Pero mi vida, hay que comer, hay cuentas que pagar, impuestos alquiler, movilidad, ¿No estarás pensando que yo…?
- No espero nada de ti.
El joven mete su mano en el bolsillo y le entrega su billetera y las llaves de su departamento y auto.
- ¿Que haces?, me das miedo
- Hago justo lo que quiero.
- ¡No acepto esto que me das!.
El joven, sin dudarlo deja los objetos sobre el banco y se levanta.
- ¿A donde vas?
- A caminar
Volviendo curioso la vista observa a su novia que lo ve partir con lágrimas e incomprensión en los ojos, unos segundos después ella toma los objetos y los guarda en el bolsillo de su chaqueta.
La noche cae sobre la ruta a Alta Gracia. Hace calor. Mientras piensa en las palomas de la plaza murmura para si “libre como un pájaro”. El joven se desviste meticulosamente en la banquina y abandona su ropa, piensa que la misma debiera ser un abrigo o una protección no una convención social.
Desnudo continúa su camino. Los vehículos le tocan bocina mientras algunos le gritan insultos.
- ¡Loco!, ¡degenerado!, ¡maricón!, ¡drogado!...
El continúa su camino sin inmutarse, su futuro no le preocupa, solo es el, es hoy, es ahora, es lo que quiere ser en este momento, los pájaros y su modelo de libertad, mientras camina se repite a cada paso, “mas vale morir de pie que vivir de rodillas”.
En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegios tan süave
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?(2)
El pavimento lo atrae, su subconsciente le grita “no puedes caminar de noche por la ruta” y otra voz le dice “¿Por qué no?, ¿no eres libre?”. Sus pies descalzos caminan sobre el pavimento…
- Si tan solo pudiera volar…
El camión hace un movimiento brusco y un impacto sordo se escucha en el frente del vehiculo, el chofer emite una interjección. El acompañante medio dormido le pregunta.
- ¿que fue ese ruido?
El chofer, todavía sorprendido le responde.
- Nada, creo que maté una paloma.
(1) y (2) La vida es sueño, Calderón de la Barca, acto primero “el lamento de Segismundo”
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