Si pudiera tomar un poquito de mi,
para transformarlo en un regalo de siempre,
si pudiera ver a través de tus ojos,
o encontrar el sonido perfecto
que calce con tu interior.
Si existiera una letra, un símbolo
o la conjunción mínima de un lenguaje vivo
para describir de un sólo sarpazo
la magia de este sentimiento,
que me sorprende día a día.
Si latiera fuerte,
el sin cesar de una querella emocional
no cerrada,
sería peor y felizmente no lo es.
Por que es sonrisa de manantial con brisa de malecón miraflorino.
Por que es música de niños, y recuerdos de fetuccinis.
Por que es una casaca de cuero colgada en una tienda, luego en mis brazos, gracias a tu espontaneidad.
O el sentir de todo el tiempo que sí alcanza cuando un delicioso beso lento te maltrata.
O cuando el pasado te susurra a la oreja,
ojalá pudiera sólo tomar un poquito de mi para dejártelo dentro del alma,
una noche de almohada,
de olores magníficos,
de palpitaciones,
de miradas a ojos cerrados,
que no llegan,
que no llegan. |