Desgarro 2
La ciudad

En un viaje melancólico silencioso se arrastra el rio
Por entre recovecos de hormigón y células muertas,
Por entre canciones y quejas, poemas y gritos de rebeldía
De una ciudad que pretende estar viva y que agoniza desganada
Dejándose pisar desde las ocho manzanas
Atreviéndose de tarde en tarde levantar la voz para gemir
Y luego caer con genuflexión ante una bandera
Que flamea hermosa y soberana en el centro mismo del poder.

Donde están los líderes inalcanzables para el dinero
Donde se fueron aquellos que su mayor riqueza eran sus ideales
Volvieron a la tierra para purificarla y renacer con la pureza
Que se consigue al calor de la fragua o en la lava de un volcán
Pensaron que los habían matado pero solo los sembraron
Y abonaron la tierra con ceniza de libros y panfletos
Y ellos comenzaron a renacer en los muros de la ciudad
Llenándola de colores y mensajes de esperanza


Y el rio apacible, acrecentado por miles de pequeños cauces
Se convertirá en una masa enorme furiosa e imparable
Arrastrando la injusticia, la desidia, el egoísmo
Para llevarlos al mar, donde algunos fueron lanzados