En la oscuridad de la noche, por la soledad de los senderos, camina incesante el Guerrero del Infierno.

Una lágrima en su rostro, una lágrima de sangre de amargo sabor que brota desde su corazón.

Canciones que recuerdan lugares, sueños que nunca llegaron, tristes cantares que nunca volverán.

Caminando va errante El Guerrero del Infierno.

Aquél pobre que ya no habla, aquél perdido que amargado se siente. Aquél que solo quiere olvidar imágenes que no pueden borrarse, heridas que todavía no han cicatrizado, sentimientos vivos que deberían de una vez por todas morir, pero que su alma no consigue en verdad digerir.

El Guerrero del Infierno ya no puede amar, ni tampoco sonreir, tan solo quiere salir .. salir de su maldita cárcel, de su angustiosa jaula de carne y huesos y poder volver a volar.

Castigado eternamente como un árcangel condenado, arrojado del paraiso como se arroja a un leproso de una ciudad, le dieron una misión, un trabajo que nunca olvidará ... ese al que llaman el ángel caído, él que nunca más allí volverá ...

Maldecido por el curso del mundo, vaga sin fronteras vengándose del todo, buscando algún lugar donde la tierra se abra y el suplicio de su vida por ese lugar se vaya.

Si acaso hubiera algo que pudiera hacer Yó antes de que la muerte salga de su vaina y la matanza comience, ¡ que no cunda el pánico ! ... pues ... el Guerrero del Infierno viene y si alguien no le consuela con el mundo acabará.

Con sus ojos encendidos en ascuas, sus musculosos brazos y su gran figura de Hércules inmortal, se pega a su caballo azabache llegando a todas partes, a millones de gentes que no le esperan, que tan solo viven una vida, ¡ ésta vida ! , sin saber que detrás de ellos como la muerte más cierta atisbará su espada y sus cabezas volarán.

Que baje quién tiene que bajar y abra una lucha en nuestro honor, ¡ que alguien nos salve !, porque si las trompetas del fin del mundo tocan, el Guerrero del Infierno no parará hasta que la humanidad agonize y no quede nadie que las pueda silenciar.

La humanidad nunca hará caso, nunca creerán lo que está por llegar, pero cuando lo hagan entonces con horror y tormento verán la verdad.

Una última cosa antes de acabar ...

¿ Acaso nunca lo oíste ?.

El Guerrero del Infierno no viene, ni jamás vino en verdad de ese lugar, sino del mismo Cielo en dónde a todos como a él un dia le juzgaron, también nos habrán de juzgar ...

Escrito por Carlos Them

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