Adormecida, te busco en cada palabra,
euforizada, incansablemente, desesperadamente,
te busco en las miradas, en los ojos tiernos de un niño
te busco interminablemente, conscientemente, apasionadamente,
te busco en el sol de cada amanecer, en
las largas y oscuras noches de insomnio,
caminando te busco, incansable, resignada, vulnerable,
te busco sin ver, sensiblemente, silenciosamente,
te busco en las calles, en el rio, en las estrofas de un poema, te busco, sin medidas, ilimitadamente, irremediablemente, necesariamente.
Te busco torpe entre mis recuerdos tibios, livianamente, correctamente, publicamente,
te busco insensatamente, sabiendo que no puedo encontrarte, te busco en la frágil realidad de cada mañana, penosamente, tristemente, solitariamente.
Te busco en la piel, acaloradamente, acaricando la tenue sensación de tu sonrisa en el aire.
Te busco en el horizonte lejano, en las estrellas, complicada, imperturbable, celosa,
te busco, cariñosamente, ilusionadamente
te busco, sin esperar, en el aura mágica que se desprende de tu aroma,
felizmente te busco. |