Regresa, año tras año
por mandatos heredados
desoyendo lo dictado
por madre naturaleza
cuya dinámica empieza
en un punto estipulado.



En la inmensa Patagonia
el año nuevo es en junio.
En diciembre el novilunio
va creciendo hacia el siguiente,
en junio la tierra inerte
al trabajo da su anuncio.

“Año nuevo” no es señal
presente en el calendario
todo hábito gregario
reconoce en esta fecha
que prepara la cosecha
la Tierra en su ciclo agrario.

Uno de ENERO llegó
con los barcos y la cruz,
contando que vio la luz
el niño allá en Belén
y ¨ hoy es nuestra también
la tradición de Jesús.

Universo y tradiciones
no siempre van de la mano,
se advierte en el sino humano
vocación al sincretismo
¿qué remedio ante el abismo
que nos une como hermanos?