si de algo sirve la vida es que de un puñado de momentos se hace una canción... sentado frente al mundo, todo seguía su curso literal cuando del fondo del brillo de los ojos de los seres humanos nació el amor... salí de mi casa y abracé a cada ser humano, pero todos ellos me miraban muy mal, como a un loco... cai al suelo con el peso de toda la verguenza del mundo cuando el amor tocó mi corazón... me paré y corrí hacia un lugar apacible y solitario... allí estaban los animales y toda la naturaleza... ellos me miraban y yo sentía sus miradas como las olas del mar... quise decir palabras pero no pude, tan solo sonreía y lloraba... el cielo se puso de noche y del fondo del cielo escuché música, bella música... bailé y bailé por toda la noche y cuando llegó la mañana, me detuve a cantar y canté hasta agotar todos mis sentimientos... agotado quise volver a mi hogar, pero supe que mi hogar era este mundo... he caminando por casi todo el planeta y de cada lugar guardo una lluvia de amor en mi corazón...