Mirinda impaciente

Mirinda estaba chateando con Ariadna.
Aprovechó para preguntarle si sabía como tener una erección.
Ante la respuesta: Jajajaja ,se irritó.
Nadie lo comprendía en este maldito mundo.
Aria le aconsejó que consultara a un médico.

—Tiene razón— pensó Mirinda. —Iré a ver a un médico

Se fue al Hospital Fernández que estaba cerca. Se extrañó que la medicina hospitalaria fuera gratuita. Eso sí, tuvo que esperar un largo rato para que le tocara el turno de ser atendido.
El médico era un muchacho recién recibido que lo trató un poco despectivo.

—¡Así que no se le para!—le dijo escribiendo en una ficha y sin mirarlo

.—No tengo erección, doctor — le contestó humildemente

—¿Usted fifaba mucho?

—No sé a que se refiere, doctor.

—Le pregunto si tenía demasiadas relaciones sexuales...

—Nunca hice el amor, doctor

—Pero... ¿No será marica, puto o trolo, nó?

—No sé que es eso, doctor.

—Bueno, desvístase y acuéstese en la camilla— le dijo el tordo y llamando a su asistente, una enfermera ya madurita le indicó que auscultara a Mirinda en sus signos vitales.
La enfermera al ver a Mirinda desnudo no pudo evitar una exclamación: ¡Ahhhgggg!