Ella dijo: “BUONA MATTINA COME QUESTI…”

Después de hacer el amor con Usted, y de hacerlo de esa forma tan rica y tan sabrosa que es estar con Usted, escuchar a Mario Benedetti es una incidencia para las nueve y cacho de la mañana antes de pasar a la sección de cantos y desencantos.

Dormí como duermen los que no tienen nada que perder, no hubo sueños, de menos no sueños para recordar, si acaso el hilo de un vestido que se descocía en un cuarto naranja desteñido y contra todo pronóstico, me levanté a disfrutar del día, hice rallones mientras la mesera traía el café y en un país donde la miseria canta más fuerte que los pájaros, donde la inseguridad es más incierta que lo nuestro, donde el futuro se decide entre compadres, donde hay mucho por hacer que nadie hace, donde las mujeres hablamos bajito y “educamos hombres”, donde mis conceptos básicos se pierden cuando pienso en ti yo tuve la osadía esta mañana de beber café sin prisas, con certidumbres untadas de mantequilla y mermelada de fresa.

Hay mariposas muertas en mi estómago y no les puedo llorar, solo le pido que no olvide guardar éstas palabras que aquí he olvidado…

Sección de cantos y desencantos:

Anoche, en tu cama, contando estrellas me sentí plena quizá porque antes de llegar a tu casa me prometí desnudar mis miedos, sin predisposiciones y luego, tu pregunta de ¡Si te quiero!, claro que te quiero carajo, y si no es cariño entonces, aun no le encuentro definición. Para pasar una noche con alguien necesito menos que arriesgarme a que me rompas el corazón y a pesar tuyo te lo digo, la primera noche llegué muerta de miedo pero no más…. No hay otra forma de hacer el amor que hacerlo como tú y yo lo hacemos o de menos, no debiese existir…

Pude y quise contestar mil cosas cuando me preguntó lo que quiero de Usted pero “a chiflar y a comer pinole” me aguanté y le regalé mi silencio, lo que yo quiero de Usted no depende de lo que Usted quiera de mi, sus dudas, sus miedos, sus precauciones o como se llamen hablaron por Usted y después se defendió con posiciones que le sientan cómodas; ¡Qué más da! a mí qué me más me da que no me diga a cuántas más le hace Usted el amor, si a nadie se lo hace como a mí… lo que yo siento por Usted tiene vida propia y con mis mil cosas por decir le regalé mi silencio y ¡Usted me pregunta si lo quiero!

Ya comenzamos un camino ahora podemos ir a muchas partes juntos: a diferentes rumbos, en diferentes tiempos. Yo me quiero enamorar, a mi me gusta enamorarme, yo me voy a enamorar, no sé de quién pero me voy a enamorar con o sin Usted, a mi me gustan las parejas y me gusta tomarme con alguien de la mano que me sonría y decir que el día tiene luz porque está a mi lado aun cuando este nublado y amo construir historias con mis afectos, y desde luego…. Ahora Usted es uno de ellos y escribiré lo que haya que escribir.

Se lo escribí un día “…no sé llevar una relación, en ninguna de sus facetas pero sí ir con alguien, si ese alguien me indica el camino, y camino de la mano. Lo único que sé, es que necesito caminar para adelante o para atrás... la estática me da miedo y si dejo de sentirme segura huyo... Será como tú quieras, a tú paso porque yo solo doy pasos si la persona que me lleva me marca la pauta…” ¿lo recuerdas?

Llegué a creer que no me habías querido contestar, y anoche supe que tú tampoco sabes a dónde ir, la vida es un cumulo de decisiones, “…para adelante o para atrás… la estática me da miedo y si dejo de sentirme segura huyo...”, nunca podría ser mejor que ese instante, la noche de anoche en que nos abrazamos con o sin todos nuestros miedos; Ahora que vas a la sierra, ve y deja mi amor a las luciérnagas, ellas sabrán entregarlo a algún nuevo extraño y dile con tu sonrisa, a mi gente que me quise enamorar de ti, y cuando el frío de la sierra toque los dedos de tus pies tatúate mi amistad. No olvides bajar al pueblo y bailar con las mujeres del pueblo que huelen a café, que tiene los muslos firmes, los cabellos largos y negros, las ganas sobre la piel, a ellas que también tienen ganas de enamorarse y cuando la música se acabe en mi sierra, enciende las estrellas para que alumbren nuestra recién inaugurada amistad y le den un toque de melancolía cuando hablemos de los amores que nos prosiguen, que serán de otros como hasta antes de conocernos querido amigo.

Y desde luego, no olvide pasar una buena mañana, tan buena que le alcance a Usted para la tarde noche antes de volver a hacer el amor con alguna extraña…