S E I S G A L L E T A S.

(Reflexion)

Por los anos sesenta, para el Mundial del sesenta y dos para ser mas exacta, llegue por primera vez a la capital como pensionista donde unas amistades de mi madre; en la calle Sierrabella.
Estaria por dos anos, lapso que duraba la carrera que vine a estudiar Me acogieron muy bien, participaba como una mas en todo lo que hacian.
Hasta que llego diciembre y la duena de casa unos tres dias antes de Navidad, armaba toda una parafernalia con los ingredients que su hija le traia desde el emporio: “Habia que hacer las casitas de chocolate”. Para ello entraba a la cocina secundada por su empleada y todos comenzabamos a escuchar el sonido del golpeteo del batidor dentro del bol uniendo la mantequilla con la azucar flor para elaborar la insustituible crema Chantilly. Luego la casa era invadida por los inconfundibles olores de la vainilla y la canela en polvo, seguido del crujir de alguna cascara de huevo caida involuntariamente al piso de baldosas, secundado por supuesto de la sonajera caracteristica de los moldes de acero inoxidable con que cortaban la masa para para hacer las galletas rectangulares que serian las paredes y techo de las dichosas casitas.
Luego a una se le hacia agua la boca al oler el aroma que inundaba todo el barrio de avenida Matta entre las calles Carmen,Sierrabella y Lira cuando se horneaban. (Parece que todas las vecinas y comadres se ponian de acuerdo para hacer las galletitas el mismo dia).
En la pension, grandes y chicos estabamos sentenciados de armar, banar en chocolate y decorar so pena de caer en desgracia con la tia Elsa, su propia casita. Esa actividad grupal resultaba super entretenida porque cada cual usaba su ingenio para decorar o pintarrajear con lunares o bigotes de chocolate al que tenia al lado. Tambien se armaban verdaderas peleas si se pillaban copiando detalles unos de otros.


Al correr de los anos estas casitas, los ninos de ahora, las hacen en el colegio con las tias del Kindergarden, y se demoran apenas veinte minutos en armarlas y con solo seis galletas compradas.
Este fin de semana, mis tres nietecitos llegaron cada uno con una verdadera maqueta arquitectonica con todas las de la ley y coloridos adornos navidenos incluidos...
Ingredientes instantaneos adquiridos por los papas en los supermarkets con dinero plastico. Despues vamos sacando pictures o tomando videos de los diminutos autores junto a sus magnas construciones .

Es que como nos cantaba “La Negra”… “ Cambia, todo cambia”…

Menos el sabor del chocolate…Gracias a Dios!