Ven, únete a esta escena
donde las musas ensayan
su declaración de amor.
Inventa castillos de papel
y algún poema para ella.
Explica en silencio tus gritos,
divagando viejos reproches
en la memoria del hambre.
Colúmpiate en los destellos
que brindan las noches eternas.
Y así, entre realidades y sueños,
deja tu grano de arena vagando,
en este teatro, llamado presencia.
Texto agregado el 19-12-2011, y leído por 408
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