Y es así como se dibuja esta historia. Lienzo rasgado, taburete displicente, cielo gris, gotas de lluvia sujetadas al contorno de las hojas de un árbol enfermo, una taza de café medio vacía o quizás medio llena.

Acre magenta de Sangre, jugando en tonos cada vez más caprichosos junto al óleo tirado en el suelo.

Un artista de rodillas, apretujando los dientes, gritando en el más tortuoso silencio, con ambas manos cubriendo el vacío, escondiendo la delgada línea entre la cordura y el amor.

Un puñal desdentado, bañado en un rojo día de Abril, y una oreja siniestrada.

Un corazón quebrado, un mensaje inerte, una amada q ajena a este cuadro calificará de aberrante a un loco enamorado q sin saberlo inspira a quien juega a escribir a relatar este su momento.