Es extraño, es verdad
porque extraño ser dueña de tus días,
compartir contigo tus manías,
extraño tus besos improvisados,
los besos robados,
los besos sin causa y sentido;
todos tus absurdos detalles,
y esa forma tonta en que decías:
“como tú no iba a quererme nadie; como yo nadie te entendería”
Pero no, no me tiembla
el pulso si te veo
y me imagino ya estando sola;
porque no me duele
el vacío que dejes
en este amanecer de largas horas,
del amante amor, del amigo amor,
se me fué el amor,
se consumió.
Y yo que declaré la guerra
por creer ser solo yo,
- o yo o ninguna-
Y me pides aun que te perdone,
por fallar cuando no debías,
por no estar en fechas señaladas.
Y yo por creer lo que nunca harías
frente a frente he roto sin remedio,
y te veo más guapo que hace días;
Y tú que quieres quedarte
a seguir con esta mentira.
Pero no, ya no
porque no me tiembla
el pulso si te veo
y me imagino ya estando sola.
porque no me duele,
y no hay vacío que dejes
en este amanecer de largas horas
de amante amor, del amigo amor
se me fue el amor,
se me consumió.
Y yo que declare la guerra
porque nos separaban,
en épocas certeras,
sin saber siquiera,
que era inútil la lucha,
y tan vana la espera.
Natalia Riomo
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