frente a mí una mujer desnuda y con las piernas abiertas me llamaba... el corazón corría aprisa mientras el cuerpo sudaba a chorros... ella seguía mirándome a los ojos... sus carnes eran morenas y sus cabellos negros y misteriosos... tenía un lunar en medio de la frente... ¡una diosa!, pensé... el tiempo estaba quieto, el sonido agonizaba... mi alma se fue de mi cuerpo y pude ver todo el escenario... mi alma me dijo que la besase y luego saliera corriendo en busca de paz... me acerqué a la mujer desnuda y sus manos cogieron las mías... ella me atrajo hasta poner su rostro frente al mío... cerró los ojos y sus labios se abrieron... mis labios temblaron y se unieron a los de ella... sentí su lengua y sus dientes y el sabor de su boca... abrí los ojos y pude verla luego del beso... me solté y ella me soltó... me di la vuelta y salí del cuarto... mientras caminaba escuchaba risas y risas, y llantos y gritos y palabras de todo calibre que quemaban el alma... me salvé, me dije...