¡Mira lo que son las cosas!
yo que lloré su partida
viendo el mundo romperse a mis pies,
yo que viendo aquel sueño perdido
tiré mi proyecto de vida al vacío
viviendo el horror del incierto constante.
Y sin darme cuenta,
más pronto que tarde
con el apoyo de tantos que amo
armé los desnudos guiñapos
inventando mi nueva esencia
permitiendo regrese la paz.
Su ausencia, de aquel momento,
fue el aula donde aprendí el perdón,
mi soledad, una gran bendición
el trabajo, un refugio al orgullo herido
… para las letras y la amistad
definitivamente ese espacio,
fue el encuentro de mi yo perdido.
Fueron tiempos hermosos
de verdaderos amigos,
de risa, paseos, salidas,
cine, reencuentros,
aventura y cariño…
… mi gran recompensa.
Mas, también conocí otra cara
amarga y desconocida por mí
la del amor imposible
la separación que duele
el recuerdo que atormenta
y nuevamente soledad…
El olvido demora, pero llega,
el tiempo se encarga de borrar heridas,
dar paso a mejores sensaciones,
sentimientos inesperados que surgen
de la convivencia tranquila, segura y simple
dando paso al amor que sana
y apacigua el alma.
Hoy, la alegría me baña
tiñendo los días color amor,
aurora y ocaso renacen
con sus matices más bellos
en cada jornada vivida.
… y extiendo los brazos
hacia el azul profundo
del cielo inmenso que me cubre
para sólo dar gracias y más gracias…
¡Mira lo que son las cosas!
Pilef
Diciembre de 2011
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