En estos instantes puedo cantar con el alma y el corazón… En mis momentos malos añoro mis buenos momentos, sin saber que todo es una cadena brillante de vida… No temo nada, tan solo es mi mente quien salta cuando el fuego del ahora le quita el piso… Mis carnes son el polvo de la tierra, quisiera vibrar más este canto de amor… Miro los cielos y siento que de allí provengo… Son mis días y mis noches las hojas de este libro que llamo vida… Cuando sueño y despierto tengo el sentimiento que soy algo más que este momento, algo así como un dios dentro de una estatua… Salgo todas las noches y en mi largo pasear me quedo con todo lo vivido… Cuando venga mi última noche espero tener un momento de luz y paz, para así irme dejando un poema con las flor de una sonrisa… Mis hermanos que llegan y se van como el tiempo, son mis amigos… Hermanos de tierra y mar… Salgo de este momento cargado de tanta paz interior, sonriendo como un niño a su madre... Ya en mi lecho me pongo a esperar a que llegue dios y me escriba, escriba todas las letras de su nombre…