Si existen los indispensables, después de todo, yo conozco algunos… están prestos al llamado, llenos de alegría y de nostalgia, con el fuego en el corazón y los ojos ávidos de vida.
De sangre cálida, de piel envuelta en llamas en el amor, pero de temple frío en los requerimientos, inquebrantables y certeros como una espina de hielo en el pecho.
Colmados de ganas y sabiduría, con ellos se construye de manera honesta, férrea y a toda prueba, por ellos me detengo, me sorprendo y les regalo mi silencio y mi atención…
Sé de una indispensable, de cabellos indescriptibles, dejando estelas de pasión en lo que hace, y aunque la agredan los chacales y las trampas arteras, sigue siendo siempre la primera.
No te sientas sola a la vanguardia compañera, tus pasos firmes, a veces ligeros, tus pasos de ternura, como danza o como surcos o raíz milenaria, tus pasos que avanzan constantemente…
Adelante, y adelante mostrando el camino, con el sirio encendido en la oscuridad, que me acoges en tus brazos, como madriguera, como audaz compañera impulsándome a luchar contigo.
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