El bufón soy yo, es el espacio que he tomado, esa ventana ridícula y fugaz…
A veces río en el día, pero enmudezco ante tu ademán casi marcial
En el vacío de lo que escribo lato unos instantes y me apago con un poco de tus soplos
Y río ahora con mi mascara servil, por que después desaparecen mis plegarias
Mis gritos de ahogo son indescriptibles, indómitos, voraces como una mordida…
Pero se pierden inocuos… en ti son imperceptibles…
Yo recojo esquemas hilarantes y acrobacias rudimentarias para interpretarlas en tu corte
Pero tus alfiles y tu juicio enclaustran mi jardín en un reducto intrascendente
Me gritas Bruto, inculto y descortés y te ufanas de mis palabras desnudas
Me gritas ¡débil! Y me dictas tus derechos con un desprecio artero.

Quien es mas pobre en este cuento… quien es mas salvaje… ¿mi vacío o el tuyo?