La melodía es triste, las voces se apagan y las risas no llenan los sueños agotados, solo queda esperar que un suspiro entre y alimente el vacío de un interior marchito.
Muro de felicidad mientras la soledad me abriga, mi pensar se ahoga en la garganta y tu tan distante, tan indiferente, ¿Qué hice? No lo entiendo si el tiempo a tu lado era tan infinito, un instante parecía una eternidad, una mirada una fotografía y un rose de tu pelo era un néctar bendito.
El tiempo pasa y el dolor sigue regalándome recuerdos alegres, en noches como esta donde el tiempo es interminable mi cabeza repasa cada escena en busca de ese instante que todo lo cambio, ese que se robó todo de mi, dejándome en esta agonía difusa.
Otras noches un poco más idiota, producto de brebajes alucinógenos te imaginó, tus brazos calientan la herida de la partida, mi cabeza flota en ilusiones futuras escasa de realización, pero por un mínimo instante tus labios se pierden en el mar de mi boca.
Duele pero sé que todo termino antes de iniciar, ahora quien hará entender a mi corazón que el paraíso fue un espejismo y hay que seguir caminando en el desierto de la soledad.