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Cuando Dios quiere castigarte deja que el diablo cumpla tus deseos.

El doctor Mantrax en ese entonces jamas habia oido esta frase, aunque la enorme envergadura de su titulo de medicina tambien lo hacian sordo a estas cosas, un doctor no tiene tiempo para estas estupideces, al menos no antes de tener su entrevista con el mismo Diablo.
Para Mantrax Dios era un excusa, una mera definicion para explicar las cosas que aun la ciencia no podia demostrar, pero la verdad, si ya acaso la habia olvidado, es que siempre se habia sentido abandonado de dios, como un hijo bastardo, desde joven, vio que su vida se encontraba victima del destino, como una especie de burla que jugaba con su porvenir, dandole una madre prostituta y enferma que no obstante de maltratarle, le recliminaba su condicion. Mantrax tuvo la necesidad de dios y creyo en el, pero su fe era debil y sus necesidades fuertes, se aconstumbro a recriminarle a dios su mala suerte, hasta que un dia descubrio la ciencia, ahi porfin comprobo la inexistencia de dios.
Se hizo Doctor gracias a una Beca que consiguio sin mucho esfuerzo, sus dotes en el ambito Medico se mostraban naturales, esclavo de la ciencia, no se conformaba con devorar todos los libros de medicina, a sus veinte ya sabia todo sobre el cuerpo humano, y a pocos meses todo lo que existia sobre los virus, pero aunque consumia la biblioteca de la universidad, sus ojos ignoraban aquel libro gordo que parecia invisible a su mirada. La Biblia.
Mantrax entonces nunca supo distiguir entre el bien y el mal, Entonces el mal lo tento, y el Diablo lo escogio.

Mantrax primero, dedico su vida a acumular dinero, pero el dinero jamas lo sacio, encontro satisfaccion en el conocimiento, y en el momento que el conocimiento cerro sus puertas por no existir estudios o informacion con libre acceso, Mantrax hallo de inmediato la manera y la solucion. El se hizo cargo de estas investigaciones y tomo con satisfaccion la mision sin importar las consecuencias de sus experimentos.
Los conejillos de indias, siempre fueron hombres, llevados por la necesidad de dinero iban ciegos donde el Doctor Mantrax, pero nunca salian de ahi, Mantrax pudo avanzar significativamente en el conocimiento del cuerpo humano manteniendo a sus victimas vivas, comprobo las conexion neuronal del cerebro activo en seres humanos, la ramificacion del sistema nervioso llamo mucho su atencion, el como inhabilitarlo o activarlo en personas normales o invalidas, asi hombre tras hombre fallecian en el sotano de su consultorio.
Cierto dia penso en comentar los enormes progresos de sus estudios pero un egoismo lo invadio por completo, la informacion era suya, suyo el conocimiento.

Ese fue el dia. En que Luci como le dicen a don Sata, toco el timbre del consultorio del Doctor Mantrax.

Era un Hombre alto con delgado bigote, de frente amplia y pelo azabache, sus ojos de gato eran rojos como el fuego y le miraban fijamente, de no ser por eso, seria como cualquier otra persona que tocaba a su puerta.
Pero el diablo siempre sabe como hacer su entrada y se dirigio hacia el con la astucia que le pertenece.

Doctor. Mantrax, desde hace ya un tiempo he venido observandote... He visto como alma tras alma sale de tu consultorio, te he visto llenar tus diarios de grandes descubrimientos aunque en vano, yo puedo mostrarte el verdadero conocimiento, puedes entender el porque del tiempo, el origen de todo, puedes abrazar la verdad de verdades, pero todo a un precio.

Dices que tengo que darte mi alma a cambio de todo eso.

No... Mantrax, tu alma ya es mia, quiero mas bien que me traigas mil almas antes de tu llegada, te quiero en mis filas como reclutador, quiero que corrompas mil almas buenas, que las hagas pecadoras y que sean dignas de mi.

Mantrax, quedo atonito... En la poca Humanidad que habia dentro de el se negaba a hacer un Recolector del Diablo, rechazaba la idea de ser parte del infierno, sus ojos desorbitados razonaban cada palabra de Lucifer, comprendia en efecto los meritos para esta visita, habia torturado, operado, asesinado, resucitado y demas a cada uno de los sujetos sometidos a sus experimentos, dentro de aquel corazon negro que aun latia en su interior nunca existio rastro alguno de remordimiento y conciencia por sus crimenes, ahora ante la siguiente propuesta, sintio la llamada de las uestes del infierno nombrando su nombre. DOCTOR MANTRAX... Escuchaba las almas de aquellos experimentos llamandolo, reclamandole....
Entonces el Diablo le pregunto sarcastico.
Y???
Una lagrima resbalo por aquella turbia mirada, la ultima lagrima de toda la humanidad que quedaba en ese doctor y secandola de felicidad, dijo;
Que esperas, dime la verdad...

Continuara...
Fetaco.

Texto agregado el 15-12-2011, y leído por 118 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
31-03-2012 Atrapante relato que refleja con fidelidad algunos aspectos compartidos de nuestra humana fragilidad. Te sigo leyendo. ZEPOL
21-12-2011 Lamantablemente somos insaciables, prueba de ello es Mantrax que representa un caso entre miles. Debemos estar atentos, porque no estamos excentos. Gracias por el cuento. azucenami
 
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