Con el alma en un hilo; el corazón en la mano... y el Jesús en la boca.
Capitulo I
Con las primeras farolas la ve entre la gente que baja el colectivo, nada extraordinario… la verdad no la habría notado de no ser por esa mirada que doblega tormentas y le arrancó la vida de un tajo:
-¿Serás Tú?- dijo Él
-Me gustaría serlo- dijó Ella…
Un par de lucecitas se prendieron en el cielo mientras sueños montaban golondrinas…
Texto agregado el 14-12-2011, y leído por 169
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Lectores Opinan
18-02-2012
Me atrevería a sugerir que este diálogo, se ha producido sólo con la mirada. Que cuantas veces nuestros ojos dicen, lo que por orgullo la boca calla, no? aalijah
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