En esta época en que el espíritu de la Navidad llena nuestras vidas, recordaba a mi madre que en algunas reuniones sociales contaba
"chistes" que retrataban muy bien una faceta de su personalidad que yo llamaba su "humor inglés".

Algunos de esos "cuentos" aún los recuerdo y, si ustedes me lo permiten, voy a escribirlos en esta página.

El primero tenía que ver con tres personajes: un inglés, un irlandés y un escocés los cuales debían, cada uno, cinco libras esterlinas a un hombre. Cuando este hombre murió, los tres decidieron pagar su deuda al mismo tiempo. El inglés puso 5 libras dentro de la urna. El irlandés hizo lo mismo. El escocés hizo un cheque por 15 libras, sacó las 10 libras en efectivo del ataúd y las guardó en su bolsillo...

Otro "cuento" tenía que ver con un marinero irlandés que le contaba a una curiosa señora de edad madura, sus aventuras.
- ... y un día, señora, resbalé en la cubierta y caí al mar. En menos de un minuto llegó un tiburón y me arrancó una pierna".

- ¡Oh, Señor Misericordioso! exclamó la señora - ¿y qué hizo usted?

- " Lo dejé que se llevara mi pierna señora...yo nunca discuto con un tiburón..."


Y el tercer cuento involucraba a Rose, la cocinera de la casa, la cual estaba comprometida con Mike ya hacía dos años. Un día su patrona le preguntó:

- "Cuándo te va a casar Rose?". Rose respondió con tristeza - "Creo que nunca señora..."

- "Y cual es el problema Rose?"

" Verá señora, no me casaría con Mike mientras él está borracho, y él no se casaría conmigo cuando está sobrio..."