Noche de luna…
aquella que alumbra
nuestras almas.
Brisa fresca…
aquella que alguna
vez sintieron nuestros cuerpos.
Luz de estrellas…
aquella que alguna vez
alumbro nuestros corazones.
Todo, todo en conjuro,
hará...
ojalá...
que el perdón y el respeto
se introduzca por la grieta
de nuestros corazones
y los vuelvan rojos
otra vez,
y los saquen al fin del cofre
en el que los guardé,
envueltos en telas de seda,
para curarlos y
que no se sientan lastimados y
golpeados otra vez ...
(es lo que deseo
cuando hoy escucho
a un grillo,
el que me indica
que la noche mágica de luna
llena llegó para hacer
que esto brille con la magia del querer)
...
Texto agregado el 12-12-2011, y leído por 171
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