Y cuando cerré los ojos…todo se terminó.

Pero ¿realmente con esa simple acción todo lo que me agobiaba al fin se daba por finalizado? Todo este tiempo… ¿la solución siempre estuvo en mis manos? O será que... ¿la libertad siempre estuvo allí pero yo me negaba a verla? ¿Por qué aunque pudiera ver, yo misma me cegué para seguir sufriendo en este abismo donde me rehusaba a recibir la luz abrasadora que portaba una nueva esperanza y un nuevo comienzo? Pero nada de eso importa ya, porque todo ha terminado, el abismo ha desaparecido, la luz se ha extinguido y yo… he cerrado los ojos; así que lo que ya pasó no importa, no se puede recuperar el pasado, pero el futuro puede cambiarse y espero alguna vez encontrar la paz tan anhelada por mi aura, que se ha mantenido alerta por 7 ciclos de vida para no volver a cometer el mismo error que me sentenció a esta cruel condena, lo cual me permitió conocer secretos extraordinarios, vivir experiencias únicas, pero ¿con qué objeto? Sino para sufrir la terrible soledad, ya estoy harta de estar presente…Lo único que ahora deseo es…tener los ojos cerrados.