El viejo profesor
Indiferente a los rayos de un sol madrugador
El anciano y su bastón colina abajo, camino del mar
Con la ilusión del niño en día de carnaval
Levanta la cabeza a la briza y sonríe
Ahora es su tiempo del no hacer
De gozar del ocio, la holganza, el asueto
Con pasos lentos, pensados, complacidos
En paz con la vida, con la misión cumplida

Mientras su mente aun rápida y curiosa
Trae a sus antiguos pupilos y pregunta
¿ que será de sus vidas?
¿ que habrá sido de sus sueños?
Cuantos capitanes andarán por el mundo
Cuantos doctores en algún hospital
Cuantas anécdotas se contaran
Recordando a este viejo profesor


Busca el anciano un camino
Que lo lleve a la playa
Quiere dejar sus huellas en la arena
Sabiendo que como en la vida
Cualquier camino que termine en el mar
Es infinito y eterno
Como las lecciones y momentos
Que se marcan a fuego en la memoria del alma.