| el secreto de un impostor susurrado al oído
 en la noche de los secretos impíos
 se me ha desvelado uno, impuro y falso
 como una jarra llena de ojos llorones,
 susurrado, me lame los oídos, atrayente
 
 salto un pequeño arroyo, Estupor-River
 mojándome los pies,
 que descalzos, sangran
 heridos por las afiladas lenguas que pisé,
 y dejo huellas
 siempre dejo huellas,
 por eso me siguen, aunque me esconda
 
 un lobo aullando,
 me asusta desde las rocas,
 solo es un disfraz,
 debajo hay algo peor
 un ser soberbio y maligno,
 que me lame las orejas
 
 seres albinos, ciegos, de ojos blancos y oscuros corazones,
 oráculo de los desamparados,
 golpean piedras, haciendo saltar luminosas chispas
 son, las runas del destino de los crédulos,
 los seres, encienden una antorcha de alabanzas
 y me indican una oscura cueva, iluminando su entrada,
 allí donde solo se aventuran los insensatos y los vanidosos,
 hay que estar ciego, para traspasar el umbral,
 ellos lo hicieron,
 
 me ofrecen sus manos de piedra, las rechazo por frías
 no se puede amar una mortaja, es impropio
 
 otros tomaron esas manos marmóreas
 y se sacaron los ojos, con sus afilados e inquisidores dedos,
 para dejarlos, muy bien colocados, en la jarra de los ojos llorones,
 desconsolados que sufren poseídos en falsas glorias,
 con el corazón ardiendo en vanidades y soflamados  egos
 engrandecidos, en la nada efímera de la inconsistencia,
 vitoreados por “nadies” vociferantes
 
 epitafio de una verdad extraña
 
 tomaré esas manos, para arrancarlas de los fríos seres,
 me sacaré los ojos, cuando lo haya visto todo,
 y seré el verdugo de la mentira,
 
 solo es un propósito, pero me conformo,
 alguna vez me deje seducir por los susurros
 alguna vez me lamieron las orejas
 alguna vez decoloré albinamente
 pero no quiero volver a hacerlo.
 
 Antonio © M.  ( T i T o. M.)
 7/Diciembre/2011
 Pensamientos Vagabundos
 
 
 
 
 
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