Ese día cambió mi vida
al intuir tu presencia
vi tu silueta querida
y se que al fin te encontré
te busqué en el horizonte
y en aquel amanecer
en el cántaro de arcilla
donde juntos nos amamos
dejando allí nuestra esencia
que nunca se destruirá
percibo una melodía
que será nuestra canción.
En esos rayos de luz
que entran por la ventana
veo tu rostro adorado
que nunca podré olvidar
y una noche que soñaba
te viniste a despedir
nos besamos con el alma
y me hiciste muy feliz
al saber que hay otra vida
porque todo cambió en mí.