Amor mío, estas letras…no así no
Flaco, como puedo empezar si esto no tiene inicio de mi historia…no me gusta
Hoy sentí ganas de extrañarte, más que otros días, porque la distancia se ha vuelto incomoda e intranquila… suena cursi.
Niño estos días deje el orgullo bajo la cama, y el ego me dio un punta pie en lo más sensible de mi alma…?
Como te digo…que te has vuelto la luz de mis ojos, entre negros, rojos y morados
Hay días como hoy que pienso que por estos momentos me quedo y no quiero salir de aquí, pero te miro, peleo, te grito, te enojas, lloro y siento ganas de huir… y estando en la puerta me regreso, por que las cosas no tienen por qué terminar así.
Me consolaste con un beso…y dejaste de ser el cuerpo frio, que mi soledad necesita para hacerse compañía y compartimos el mismo libro que aventaste la semana pasada bajo los pies de mi cama que encontraron a mi orgullo y aquella bufanda que se tejió la semana pasada.
Y no encuentro cura para dejar de adorarte, porque eres el pedazo de cielo que aclara mis lamentos y te hago compañía abrazando tu espalda, no te enojas, ni te inmutas cuando me quedo dormida entre tus alas rotas.
Acaricias mi cara, sin tener miedo, sin parecer vulnerable y arrancas de mi alma, la inseguridad, el miedo y el hastió de estar contigo, flaco eres la esperanza sin alas, la lluvia que no mata, el cielo más negro lleno de estrellas.
No me pidas explicarte lo que siento por que después de tanto tiempo solo sé que te quiero.