Es tentadora la idea
de caricias tan sutiles,
de explorar nuevos cielos...

que esta piel potente
de valientes poros
cobrara vida,
se derritiera,
volviera a ser mía!

Que los pechos estallaran,
hasta salir de mi cuerpo
que esa energía nueva,
en la oscuridad de la noche
los cuerpos envolviera.

Al disiparse la noche
al nacer del nuevo día
esas manos serenas
esos ojos tan vivaces
los cuerpos despojados
del deseo,
a pesar de la danza
de los pies descalzos
de la piel potente
de los poros valientes...
seguirían perteneciendo
a lo ajeno!!

Y solitaria, triste
sentiría nuevamente
helada la espalda.

Mirta
02-03-2002