Toda la vida buscando
Naces un día y vas desarrollando tu cuerpo, tu mente, tus sentimientos dentro de un pequeño mundo totalmente conocido y calido, más tarde descubres el agobio y buscas más allá de lo visible mundos diferentes extrañamente atrayentes, sigues creciendo, sigues experimentando y sobre todo sigues sintiendo, sintiendo sensaciones buenas y malas, puedes incluso creer que todo gira al son de tu ser y de repente esos mismos mundos que fueron atrayentes, se convierten en paramos demasiado hostiles y regresas a ese pequeño mundo del cual saliste en busca de calor.
En el camino de regreso te das cuenta que aunque te has pasado una vida creciendo, de repente tu cara no es tan grande como para soportar tantas hostias de tantas manos y lloras, lloras desanimado, lloras de tristeza y no quieres seguir, no quieres seguir...
Y de repente la magia aparece , Aún con la cara dolorida, pensando en como podrás superar lo que te parece insuperable te detienes, te detienes y observas, justo en ese mismo instante cruzas la mirada con los recuerdos y esos mismos te acompañan dos horas en una terraza de un bar cualquiera y ríes, ríes porque no hay otra solución, ríes porque ha aparecido la magia y con su presencia el instante de felicidad hace que un agradable viento haga desparecer esas nubes llenas de lágrimas y salga un sol sonriente, calido, lleno de momentos mágicos.
Llegas, descubres que la búsqueda solo ha comenzado, que sin dolor no hay recuerdos y sin recuerdos no se puede ser feliz, pues que es la felicidad sino un momento que ya no existe, un segundo después del ahora, y sonríes porque sabes que te queda mucho por llorar, reír, buscar y sobre todo recordar…
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