La sombra de la ciudad
esconde,
el brillo de una estrella.
Blanco,
es el surrealismo del regreso,
impreciso,
que reflejan las caras.
Silencio,
despidiendo un nuevo final,
tardío.
Demasiado débil, el hombre,
enloquece
antes de saber que le pasa.
Inevitable,
toda historia tiene término,
dejando
añoranzas, doctamente necesarias.
Aventura
de risas, llanto, hiel y miel
vivimos,
y algo totalmente inexistente
añoramos,
ese amor que nunca se alcanza,
oculto,
en sombras extrañas de la ciudad. |