Te vi partir a lo lejos, en busca del destino
y quiero que sea el de una princesa encantada,
ya que dejas estela de alegría al pasar;
no por poco te atrapo pero tu veloz caminar,
deja poco sendero para lograrte alcanzar.

Ahora que la vida me muestra un trecho florecido y con luz al final,
veo jardines en mi ascienda con un sin fin de flores florecidas,
Mas falta una que no se deja tomar.
Es libre como el viento y tiene un trinar,
que pocos lo conocen y se llama su cantar;

Voz melodiosa que deja huella en el sonido
y un aroma purpura en el aire al tocar.
Solo con un buen oído y con buena atención
se logra tener discernimiento en su manera de hablar.

No por poco se aprecia y se tiene en el horizonte,
deja recuerdos gratos y hasta la sonrisa despierta
cada vez que en el viento se nota su sombra traslucida pasar;
es un recuerdo grato cada noche y mañana que los soles se asoman para dar la luz al jardín florecido de mi largo trecho.

De donde nunca debió partir a buscar su destino,
mas no se debe evitar volar aun si es una flor de verano ,
ya que es su destino mi mayor felicidad
y su felicidad mi mayor orgullo poseído en mi largo caminar.