LOS DISIDENTES
Solían encontrarse en las sombras, embozados entre la multitud silente, agazapados en la oscuridad. Cuando los empecé a distinguir supe que era uno de ellos, que pertenecía al grupo de los que pensaban distinto, de los que no estaban de acuerdo con lo que sucedia a nuestro alrededor.
Al cominezo los diferenciaba de solo verlos andar, y me identificaba en su reflexionar y sentir. Bastaba mirarles a los ojos para saber que incumbía al conjunto de sus ideas y acciones. Nuestra lucha era común; cada uno la libraba a su manera, desde su rincón y cuando las circunstancias lo ameritaban. Pero el objetivo era uno solo: la verdad.
Pero luego el grupo fue creciendo a tal punto de que todos pensaban distinto a lo establecido, pero igual entre sí ,y ya no podía diferir entre uno y otro. Cuando este hecho rozó mis pensamientos, fue que me percaté de que habia perdido mi identidad. Ahora yo estaba de acuerdo con lo que creía la multitud, con el pensamiento que reinaba en el aire ,y eso me hacía curiosamente feliz.
Durante mucho tiempo las cosas anduvieron bien ; a nadie se le ocurriría disentir con las mayorías. No nos permitíamos dudar,poseíamos todo lo necesario, aquello por lo que habíamos luchado durante tanto tiempo. No podíamos ahora, dar marcha atrá. No había marcha atrás posible.
No todos estaban de acuerdo con esta corriente del pensar , ellos lo sabían más que nadie. Así como también estaban al tanto de la existencia de los disidentes, de ese minúsculo grupo de gente que atentaba contra nosotros de todas las formas y desde todos los lugares posibles. Y como a esta altura estaba en riesgo hasta la existencia misma de nuestro grupo, fue que me eligieron a mi para buscarlos e identificarlos.
Conocían mis habilidades para reconocer disidentes; ellos solían encontrrse en las sombras, embozados entre la multitud silente……
GABRIEL FALCONI
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