Sube la música,
desde mi vientre
hasta la oscuridad mental
que me habita.
Una maldita broma
acorralada,
entre mis huesos
y la nada.
Cae la música,
desde mi vientre
hasta la alfombra
sucia,
de palabras mal dichas
de palabras nunca dichas
chocando
contra los silencios,
que crecen
en la idiotez
de la necedad.
Sube la música
y escapa
por mi boca
cerrada…
Texto agregado el 30-11-2011, y leído por 180
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