Me miraste otra vez
Tu te giraste para hacerme saber
Que mentías acerca de tu parecer.
Que me amabas, incluso aquella vez.
Yo también te miré, mis ojos alcé.
Nunca estuve enojada, eso lo sabías bien.
Y en tu boca atisbé
Los dulces días del ayer.
Casi sonreíste,
Mas te contuviste.
Y en tus ojos ya no había miedo.
En tus ojos ya no había un pero.
Podría seguir describiendo este momento.
Podría nunca parar de gritarle al viento:
¡Él es! ¡El siempre lo fue!
Y en tan solo cuatro segundos me lo hice saber.
Texto agregado el 29-11-2011, y leído por 157
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Lectores Opinan
29-11-2011
Bello poema, tal cual esos de adolescentes enamorados******* jagomez
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