Una oscuridad completa
abraza esta parte del azul
cuando de pronto llegas
separando lo claro de lo oscuro
lo psíquico de lo físico.

Mis sombras salen de mí,
se abrazan en un rincón
cuando tu sonrisa
se instala en la habitación,
se deslizan tus palabras.

Tus manos
me sacan de mis pensamientos
de mis recuerdos fraguados,
petrificados por un tiempo
que por momentos parecía detenerse.

Mis sueños parecen estáticos,
los arboles se abrazan formando
como bosques de esqueletos,
mojados por una suave lluvia

No tengo nada pero
te regalare mi voz
mis naufragios,
los destellos dorados,
mis lagrimas de menta.

Te dejo todo
entre tus manos,
los escombros de mi vida
que se que podrás armar
olvidando el frio.

Que lejos que estas
que lejos que me dejo
el destino.
Lo que queda de mi vida;
todo el ritmo, las puertas entre abiertas
son para ti…