Después de habernos tomado una botella de tequila juntos, nos besamos. La recoste sobre la alfombra y continue con su cuello. Lleve mi mirada, seguida por mi mano a la hebilla de su cinto, y lo comence a desabrochar. Con su mano, tomo la mia y me detuvo. Le regrese la mirada, y pude verlo en sus ojos. Duda. La culpa y el deseo se dan un tope de cabeza dentro de su corazón. Me quiere entre sus piernas, pero su moral flaquea ante el recuerdo de su novio. No quiere ser una perra infiel, no quiere lastimar a una persona, a la que ni siquiera esta segura de que ama.
Le quite la mano y seguí desvistiéndola. Cerro sus ojos, echo su cabeza para atras y se perdio en el olvido. Después de haberme besado como lo hizo, la cuestion de si era fiel o no, ya no importaba. Asi que ¿Porque detenerse? Seguí besándola de pies a cabeza. Me voltea y me pone de espaldas, se monta sobre mi. Se quita la blusa de tirantes que llevaba puesta, quedándose en un brassier negro con lunares rosas. Estando sobre mi, se detiene. Suspira una ultima vez, cayendo en la cuenta, de que después de este punto no iba a haber marcha atras. Lo ama, si no lo amara no dudaría tanto. El que se acueste conmigo, no signifique que no tenga fuertes sentimientos por el; significa únicamente lo obvio, que siente deseo y lujuria como cualquier otra persona, y que cayo en la tentación de ser seducida.
Que conmovedor... pero tengo otros asuntos en mi itinerario, basta de cursilerías. Jale de uno de los tirantes de sus sostén, dejando al descubiertos sus pechos. Seductoras estrellas fugaces, que hacen mi pecho retumbar. Su respiración se acelera antes de dejar escapar una coqueta risa. Ha echado por la ventana cualquier culpa, y ahora en su mente solo esta mi cuerpo.
Hicimos el amor.
Lo hicimos sobre el sillón, sobre la pared, en el piso de la cocina, en todas las posiciones que me se y unas cuantas que nos inventamos. Lo hicimos tanto que mis piernas me empezaron a temblar. Ella termino con el pelo empapado de sudor, no se diga el mio. Terminamos rendidos sobre la alfombra, desnudos y jadeantes.
He realizado la primera parte del plan, ahora vamos por la segunda.
Me levante y comencé a vestirme, le explique que tenia que habia quedado de ir con mi novia al cine, pero que le marcaba saliendo de la película. Ah si, yo también tengo novia.
Mientras me vestia tome el brassier negro con lunares rosas y lo meti al bolsillo interior de mi chaqueta. Le di un beso en la frente, tome las llaves de mi auto y me fui. Mientras cerraba la puerta del auto, pude ver como seguía buscando su sostén, frustrada por no encontrarlo, sonreí y arranque.
Llegue a la Universidad Autonoma de Ingenieria, donde estudia el cornudo novio de mi linda travesura. Sabia en donde encontrarlo, inclusive sabia que clase iba a tener. En mi mente, resonaban las palabras que te le iba a decir, en si, tenia todo claro, excepto el por que.
Lo encontré sentado sobre la escalera con su laptop en las piernas, esperando la llegada del profesor. Desde lejos nos saludamos. Ya nos conociamos, inclusive hemos compartido cigarrillos, y una que otra risa. La verdad es que es un buen tipo, muy inteligente y formal.
Le dije que si podia invitarlo una taza de cafe, asi que nos dirigimos a la cafeteria de la escuela. Nos sentamos y discutimos brevemente de trivialidades, clima, deportes, esas cosas. Me seguia la corriente, pues notaba que tenia algo importante que decirle, hasta fue paciente y me dio mi tiempo para poder hacerlo. Pero una vez pasada esos momentos de cordialidad, siempre queda un silencio solemne, donde te es obvio que no te queda otra cosa mas que hablar.
- Me he acostado con tu novia.
Le dije viendo fijo a la mesa. De habérselo dicho a los ojos, me creería arrogante. La idea era parecer culpable. Se quedo congelado, sin ninguna reaccion violenta. No tiene por que tenerla, despues de todo, estoy aqui diciendoselo a su cara, afrontandolo como hombre. Se le empieza a vidriar la mirada, le tomo un momento pasar del ego herido, al comprender que le han traicionado la confianza, que lo que el consideraba como una verdad, siendo esta que su novia lo amaba, ha pasado a ser una burla. Se siente ahora como un payaso.
Le explique que no habia sido mi intención. Le dije que estábamos muy borrachos, que no estábamos pensando, y en toda la sarta de mierda que viene adjunta ante tal discurso. Se quedo ahi, callado, escuchando todo. Lo tomo como todo un hombre. Faltaba un detalle, para cerrar con broche de oro.
Tome el brasier negro con lunares rosas y lo puse sobre la mesa.
Al verlo, derramo una lagrima, pero la limpio de inmediato. Es difícil que otro hombre te vea llorar. Es difícil quebrantarse ante un desconocido. Lo tomo, lo metio a su mochila, y se puso de pie.
- No te disculpo, no esperes que seamos amigos después de esto, pero agradezco tu honestidad.
Y se marcha. No puedo imaginar las cosas que han de estar pasando por su mente. Ha de ser un mar en tormenta.
Tome el teléfono y le marque a mi queridisima novia. Ahora, a la parte final del plan.
- Mi amor ¿Estas en tu casa? Ay, que bueno chiquita, por que tengo algo muy importante que decirte.... no, no, no... es una sorpresa.
Mientras manejo rumbo a casa de mi novia, voy pensando en el por que. Pude haber respetado ambas relaciones y simplemente no seducir a esa mujer, pero lo hice. Pude haber mantenido mi bocota cerrada, y dejar que esto se esfumara dentro del viento de la noche, junto con las particulas de luna perdidas en la atmósfera, pero no lo hice.
¿Por que lo hice?
Honestamente, creo que hice lo que hice... por que no tenia nada mejor que hacer. |