Asesora tus propias convicciones...

Bonito pañuelo ese, que te ha regalado un intelectual
Tu molde, tu pilar
Hoy en tus ojos, se luce
Todos tus respiros se rien de tí
Todas las noches son una bolsa de basura estirada
Y los días el conjunto de tus ahogos por la verdad
Si no la tienes, no la uses
Y es que no sabes si quiera
Si el piso bajo tus pies es mi suelo invertido
Pero al abrir tu boca, y gritar tu despecho histéricamente,
te pesa el rostro
Bajo tus manos anchas,
Abunda la idea de dar muerte
Con la vida, despechada
Ahorcar un peluche, manchar con garabatos colorados la hoja
Contarles a tus estrellas este dolor
Y empañar la ventana de angustia
Ahogarte con el propio humo, de un cigarro contagiado
Y hundirte, hundirte,
Creciendo hacia abajo
Cada vez mas cerca, de una pausa eterna
Por sentir el despecho nuevo
Como un par de coletas apretadas
Deja de resbalarte en este tobogán
Y aprieta con las mismas manos que exploran a veces el cuerpo de tu principe
Los extremos de esta vida...