De todas las cosas que quedan en mis manos lo que mas caracteriza mis modos y formas son la psicosis hacia al mundo por fuera de esta masa de huesos y tendones, pero recuerdo todas las formas de letras y palabras que han salido de estas manos, cada golpe sobre las teclas, aquel montón de papeles sueltos en algún cajón del ropero y el sin fin de dedicatoria a un montón de mujeres, fantasmas de adolescencia y juventud, pero como supe comprar, días, meses y hasta años de buenos momentos, y algunos hasta con media carilla nada mas. Con los años descubrí que mi pasión y mi karma, como han sido las tantas palabras escritas en rimas, prosas, ensayos y cualquier cosa que en conjunto de letras y palabras, formen algo, es, sin lugar a dudas mi medio de subsistencia en este mundo. Se me viene a la memoria los tantos lugares que se dieron cita a mi nombre por alguna carilla escrita, así al vuelo, en algún bar de Montevideo.
No se pueden hacer una idea de lo que estas pequeñas formas le pueden hacer a la vida de un hombre y que tanto lo pueden enloquecer cuando no quieren salir. No son solo letras, son parte de uno al mundo, una bola de grito y quejas y de hasta alguna cosa buena, de momentos grises hasta estallidos de colores arco iris que rompen el silencios en alguna tarde de tormenta. Soy un extraño, anónimo a la memoria fotográfica de las personas y si alguno me recuerda es por lo que dije, por lo que debo o por lo que alguna vez leyó con mi nombre al final, ya no se si soy malo o quiero ser bueno, los rumbos se bifurcan con el tiempo y ya se que clase de tipo quiero ser, uno que no lleve etiquetas, que va por la playa de bermudas y alpargatas y no de traje y corbata a rayas a hacer la ley o a romperla o a robarla, no soporto el sol del verano sobre los edificios grises de la ciudad vieja y el puerto con sus manchones multicolores de gas oil sobre las aguas con un montón de peces muertos. Si, entiendo y no quiero entender más al mundo, no puedo darles a mis hijos tanta miseria con promesas de éxito, no es justo que lo que somos es irremediablemente en resultado de la industria en crecimiento, o sea un producto para producir. Mis molares están destrozados, la tensión de este nuevo modo de existir, un sistema que nos machaca y nos exprime a cambio de cuentas y sueldos ordinarios, acaso nos ven como gente ordinaria, acaso no somos los pilares de la sociedad, o acaso tenemos cara de idiotas. Si no hay un giro, un punto donde se tome un nuevo rumbo no iremos a parar a buen puerto. Nuestros jóvenes se están muriendo y en el camino nos están matando, los líderes de nuestros pueblos pregonan tener la solución, los mecanismos y el cambio en sus manos, y sin embargo los capítulos se suceden una y otra vez, los noticieros venden la realidad, la sangre da puntos a sus reiting, y dicen que no somos un producto, en ironía somos y el principio y el final de la cadena, levantamos el centro, cabeceamos y atajamos. Giles así nos ven la cara y nos la pintan, nos somos cifras, ni números en una cola, tampoco el apellido delante del nombre en las filas para adquirir un nuevo empleo. No creo que a todo dicho pueda llamarlo rabia, no creo haber dicho mas que la verdad, lo que todos vemos, quizás los pitusas en los balnearios de modas se rían de lo que digo y digan resentido, si la realidad es resentimiento, si el hambre o los servicios cortados después de refinanciados en decenas de cuotas es ser resentidos, que tontos que hemos sido, todo esta bien es solo una crisis que nos durara el resto de nuestras vidas. Dichosos los que en sus bocas llevaron revolución e intentaron cambiar el mundo aunque les haya durado lo que un suspiro, hombres que hoy se estampan en camisetas y se llevan tatuados en los brazos, y pensar que esa figurita paro balas con el pecho y murió en el intento, que no le tiemble la mano que esta matando a un hombre. En los cajones de coquetos edificios se cifran se clasifican y se guardan los nombre de fulanos y menganos mas de estos hay anarcos subversivos y de izquierda; Ja, no me queda mas que risa que seria de la diestra sin siniestra si hasta Dios se hizo de un buen enemigo. Así somos y así estamos, en números impares de a montones, si tenemos buenos amigos no creo que sean mas de uno, el fiel, el de las buenas y las malas, al mío lo veo poco pero se que esta ahí. Lo que mas lamento es que el tiempo es corto, que las etapas duran mucho y que las crisis son demasiadas y muy seguidas, la peor pandemia no es la que mata a los hombre en cuestión de horas sino aquella que lo consume en años, que le quita las ganas de pelear, con el tiempo ya deja de cuestionarse las cosas, se acostumbro a las ocho horas y así esta bien si nunca conoció otra cosa, si nunca le dejaron disfrutar de otra cosa, no es lo que quiero que cosechen mis hijos de mis siembras, creo que han de haber mejores semillas para mejores frutos.
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